Por José Luis de la Calva
Definitivamente que el demonio se esta apoderando de una gran cantidad de sujetos, este es un caso de un africano fue denunciado por asociaciones protectoras de animales por hacer que los seguidores de su congregación consumieran cualquier cosa.
El «hombre» aseguró que puede convertir el reptil en chocolate y las piedras en pan. Además, los hace beber nafta (gasolina), ingerir pelo humano, obliga a los ignorantes a desnudarse, y comer hierba.
La Sociedad Protectora de Animales Sudafricana (SPCA) denunciará ante la justicia al autodenominado “Profeta de los Ministerios del Final de los Tiempos”, Penuel Mnguni, por hacer comer serpientes vivas a sus ignorantes fieles.
Las numerosas críticas de los habitantes incidieron en la decisión de los proteccionistas. “Estamos llevando a cabo una investigación preliminar para abrir un proceso criminal en su contra”, dijo Mishack Matlou, inspector de la SPCA en Pretoria, donde vive y tiene su congregación (negocio) el supuesto profeta.
Los ecologistas han decidido actuar tras la aparición en los medios de fotos publicadas en Facebook en las que seguidores del pastor Mnguni ingerían serpientes vivas durante los ritos satánicos.
“Esto tiene que parar”, agregó con indignación el inspector de la SPCA, que calificó la práctica de “cruel”.
Miembros de la SPCA visitaron al sujeto para pedirle que deje en paz a los animales, a lo que éste contestó que no tiene las serpientes en cautividad en la iglesia, sino que las captura cuando las necesita gracias a sus poderes divinos.
El dirigente de la SPCA dijo que no le importa qué haga el “profeta” con quienes acuden a su iglesia (negocio), siempre que no atente contra los derechos de los animales. Las críticas a Mnguni llegaron también del Consejo Nacional Interreligioso de Sudáfrica, que acusó al polémico pastor de “dañar a la sociedad” y “comercializar la religión”.
“Lo que hace no está ni siquiera fundado en ninguna escritura”, dijo el reverendo Thamin Mvambo, miembro de la citada institución, que considera que los supuestos milagros de Mnguni sólo ocurren en las mentes de sus fieles (ignorantes). Mvambo -que lamenta que el sujeto se niegue a dar explicaciones sobre su liturgia– declaró que las autoridades no pueden intervenir en el escándalo, al estar reconocida en Sudáfrica la libertad religiosa, y añadió que los líderes religiosos deben autorregularse.